En lo que a inversiones se refiere, existe una amplia cartera de ofertas. Sin embargo, esta infinidad de productos que proveen los bancos, ponen en duda al depositante sobre en dónde obtendrá mayor rentabilidad.
Por un lado están las CDT en su modalidad de tasa fija o variable, mientras que en el otro están los CDAT que ofrecen los bancos a tasas realmente competitivas.
En primera instancia, el depositante deberá preguntarse a sí mismo sobre a qué plazo desea invertir su dinero. En el caso del CDT los plazos a tasa fija, los plazos van desde 30 días, hasta 18 meses (como ser el caso del Citibank), mientras, los que son a tasa variable parten desde los 90 días.
En tanto, los CDAT, por definición son inversiones a corto plazo, por lo tanto, las ofertas en el mercado bancario no superan los 29 días como plazo máximo.
También, no hay que olvidar los intereses, ya que estos en un CDAT son menores al dígito, mientras que en los CDT pueden superar el 5 por ciento, como ser el caso del Bancafé. Sin olvidar, el caso de los CDT a tasa variable a la que se le suma la DTF más puntos adicionales.
Otro punto a tener en cuenta, es que quien tanga un DTF posee un título de valor, algo que es negociable en el mercado, cosa que no sucede con un CDAT.
Por lo tanto, para adquirir alguno de estos productos hay que tener en cuenta tres factores fundamentales, el tiempo de la inversión, la tasa de interés y el valor de esa inversión.